lunes, 23 de abril de 2012

¿Qué dirían de mí?

¿Qué dirían de mí?

No es mi intención ponerme trágica, ni mucho menos dramática…pero hay una pregunta que me vengo haciendo hace bastante tiempo y hoy resuena con mayor intensidad en mi mente y corazón.

¿Se han dado cuenta que siempre que alguien fallece, se suele recordar sólo lo bueno? Me impresiona este fenómeno, pero a la vez lo entiendo. Creo que no sería muy adecuado hablar mal de alguien, sobretodo si éste ya no está presente para defenderse o justificar sus actos. En muchas ocasiones, es tanto lo bueno que hay que decir que termina siendo la pura y santa verdad lo que se recuerda del difunto.

Hace muy poco viví la experiencia de despedir a la madre de una joven de 17 años. En el velorio una mujer muy emocionada dirige unas palabras a la familia y sólo tiene elogios para quien es despedida. Resalta su servicio, su amor y dedicación en la tarea de cuidar a los enfermos, y sobretodo, el esfuerzo por mantener a su familia unida y protegida.

Mientras escuchaba a esta mujer, y hoy, cuando estaba en los funerales, mi preguntita retumbaba en mis oídos… ¿Qué dirían de mí si fuera yo la que durmiera en ese ataúd? Una y otra vez me lo preguntaba, una y otra vez.

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