lunes, 23 de abril de 2012

LLAMADA PERSONAL





Esta corta historia espero les agrade es vivencia personal, yo soy Cubana y escribo desde los 10 años aproximadamente, ya tenía años que no hacía nada y hoy me motivé y esto salió inspirado en mis tesoros personales.  Gracias.
Disculpe señor... ¿Ha visto usted a Tomás o a Panchita? son gente buena, que luchó toda su vida ¡Muy honradas y trabajadoras!
¿Hay mucha gente allí? ¡Se escucha mucho ruido!
¿No me ayuda por favor? ¡es difícil contactarlos!
Dígale que yo los busco, quizás por un altavoz... y allí sus nombres... señor,  ¡se alegrarán tanto!
Cuando pequeña con Tomás, cuidamos pollitos, ¡le encantaban los animales! uff... y cómo se hereda... yo no puedo ver uno porque  me derrito.  Tomás parecía loquito, trabajaba en lo que fuera, era un viejito amigable, gustaba mucho de jardinería pero él solo tenía picos, palas, tijeras y rastrillos, (unas escobas con pinchos) y así, allá iba a cortar los jardines...  y pues claro con todos sus perros: Roberto, Mariposa y un montón más de nombres, a veces hasta 10 y con todos caminando tras él.
Iba a trabajar en zonas de casas más adineradas y en algún rinconcito le dejaban guardar sus perritos... les cuidaba y daba de comer.  Luego, al volver a casa, los dejaba en su guarida... yo nunca pude ir a verlos, era lejos, pero cada noche cuando llegaba  a la casa me contaba todas aquellas historias.
Tomas no sabía leer ni escribir y ¿saben? pues yo lo hice aprender a hacer su firma y entonces las dejaba en las paredes por doquier, ¡que tremendo! ¡y unos cochinitos! los dibujaba bien feos...
El no veia apenas, pero me gustaba mucho ver sus ojitos grisáceos muy pequeños, su piel muy arrugadita y quemada por el sol, y siempre llevaba unos sombrerotes tan grandes y su ropa de campesino.
La gente lo quería mucho y siempre le daban algo que hacer, 80 años y aún andaba buscando trabajo...
Me contaba historias de ciclones, años atrás cuando era joven y como era la vida entonces... quedé tan impresionada con aquellas historias, mientras tanto jugábamos con mis muñecos, si, esos que él me traía, tan loco, a veces eran cajas de muñecos que le regalaban y algunos sin ojos, sin un pie, sin un brazo... uno de ellos Pancho el largo... qué feo, sin un ojo, sin un pie y sin un brazo, pero ése nos encantaba, aún así todo destrozado, fué feliz en nuestras aventuras.
Allí andaba también Panchita... ella se molestaba con esas cosas, juguetes feos y rotos.
Tomás, ¿Porqué traes esas cosas? ¡Ella nos hacía una comida tan rica! Café con leche en las mañanas, recién coladito en el tipico colador de trapo, ¡Pero qué rico! y pan con mantequilla... trabajando en casa para darnos toda su vida, destinando cada latido de su corazón a nosotros, junto a mí cada fiebre, cada hospital, sufriendo cada ataque de asma en las noches, ella corría al doctor y Tomás lloraba por mí.
Panchita sabía leer y me enseñó; me formó, me hizo el ser que hoy soy y tambien heredé, su valor, su fuerza, su humildad, su valentía para andar... ella no vió mucha television, pues no tenía y eran muchas hermanas ¡como doce! , asi me contó... recuerdo que nunca pude hacerla bañarse en el mar y yo soñaba que la hacia entrar, a mí me encantaba y otro día le pinché las orejas y le puse aretes, ¡Cómo aguantó!...
Un día, Panchita dijo ver todo obscuro y se nos ahogaba entre despedidas y temores.  Quise abrazarla y detenerla, yo nunca creí que escapaba ante nuestras miradas, era tan fuerte...
Y Tomás, el de hierro, quedó postrado en sus ganas de andar la vida y de hacer por mí y por todos.
El tiempo no ha parado desde entonces y ahora enseño a escribir a mis hijos, a dibujar, a luchar... gracias Panchita... a respetar, a amar los animales y ¿Porqué no? pues ya saben, ¡Viene incluido! allí vamos todos a salvar perritos de la calle, pajaritos, lo que viva, gracias Tomás.
Tambien luchamos sin perder las fuerzas.
En la vida tenemos amores tan profundos, tan sinceros, tan hermosos, tan únicos... a veces nos llegan cuando somos muy pequeños y entendemos poco y parten antes que comencemos a valorarlos.  Ahora cuando casi cuarenta primaveras he vivido, sólo me queda el recuerdo, alguna foto y unas ganas inmensas de abrazarlos, una sed de ellos interminable... pero nada más logro pedir a gritos una llamada a ver si alguien allí en el cielo los encuentra.
Con amor a mis abuelos...





REFLEXIONAS DIARIAS DE AMOR


SOBRE EL AMOR Y LA AMISTAD


SOBRE EL AMOR  Y LA AMISTAD

Mucho se habla sobre el amor, amistad y pasiones es bueno meditar también en lo que
NO ES AMOR:
Si necesitas alguien para ser feliz, eso no es amor.
Es carencia. Si tienes celos, inseguridad y haces cualquier cosa para mantener a alguien a tu lado, aún sabiendo que no eres amado, y dices que crees en esa persona, pero no en los otros, que te parecen rivales, eso no es amor. Es falta de amor propio. Si crees que tu vida queda vacía sin esa persona; no consigues imaginarte solo y mantienes una relación que se acabó sólo porque no tienes vida propia, eso no es amor.
Es dependencia. Si piensas que el ser amado te pertenece; te sientes dueño y señor de su vida y de su cuerpo; no le das la oportunidad de expresarse, de decidirse, sólo para afirmar tu dominio, eso no es amor.
Es egoísmo. Si no lo deseas; no te realizas como hombre o mujer con esta persona; prefieres no tener relaciones íntimas con esa persona, sin embargo sientes algún placer en estar a su lado, eso no es amor.
Es Amistad. Si discuten por cualquier motivo; se mueren de celos uno del otro; ni siempre hacen los mismos planes; les falta acuerdo en diversas situaciones; no les gusta hacer las mismas cosas o ir a los mismos lugares, pero hay un deseo de estar íntimamente juntos, eso no es amor.
Es Deseo. Si tu corazón late más fuerte; el sudor se pone intenso, tu temperatura sube y baja vertiginosamente, sólo en pensar en la otra persona, eso no es amor. Es Pasión. Ahora, que ya sabes lo que no es amor, es más fácil analizar, lo que pasa contigo y procurar resolver la situación o programarse para atraer a alguien por quien sientas afecto y deseo; y que este alguien también sienta lo mismo por tí, para que puedan construir una relación equilibrada, en donde haya el verdadero y eterno AMOR.

SOLAMENTE TENGO 17 AÑOS


Qué significa ser pobre?


Qué significa ser pobre?

Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina.
Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el carro, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo
—¿Qué te pareció la experiencia?...
Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.
—Y... ¿qué aprendiste?, insistió el padre...
El hijo contestó:
• Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. • Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, berro y otras bellezas. • Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín...mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna. •
Nuestro patio llega hasta la cerca...y el de ellos llega al horizonte. • Que nosotros compramos nuestra comida;...ellos, siembran y cosechan la de ellos. • Nosotros oímos CD's... Ellos escuchan una perpetua sinfonía de bimbines, chuíos, pericos, ranas, sapos cocorrones y otros animalitos....todo esto a veces dominado por la sonora saloma de un vecino que trabaja su monte.
Nosotros cocinamos en estufa eléctrica...Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña. •
 Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas.... Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos. •
Nosotros vivimos 'conectados' al celular, a la computadora, al televisor...
Ellos, en cambio, están 'conectados' a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo...y entonces el hijo terminó:
Gracias papá, por haberme enseñado los pobres que somos!
Cada día estamos mas pobres de espíritu y de apreciación por la naturaleza que son las grandes obras de nuestro creador. Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER Y MAS TENER en vez de preocuparnos por SER.

MAMÁ NO TE METAS EN MI VIDA


¡¡¡ QUE CIERTO ES ESTO !!!




Así como hay personas pobres y personas ricas, también hay países pobres y países ricos.

La diferencia entre los países pobres y los países ricos no es la antigüedad del país. Lo demuestran casos de países como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son pobres. En cambio, Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran casi desconocidos son hoy, sin embargo, países desarrollados y ricos.

Por otro lado, tenemos una Suiza sin océano, pero que tiene una de las flotas navieras más grandes del mundo. No tiene cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo; en sus pocos kilómetros cuadrados pastorea y cultiva sólo cuatro meses al año, ya que el resto es invierno, pero tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa.

Al igual que Japón, no tiene recursos naturales, pero da y exporta servicios, con calidad difícilmente superable. Es un país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo, que lo han convertido en la caja fuerte del mundo.

Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia, como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación.

Finalmente no podemos decir que la raza hace la diferencia, pues en los países centro-europeos o nórdicos vemos cómo los llamados “ociosos” de América Latina, o de África, demuestran ser la fuerza productiva de esos países.

HISTORIA_REFLEXIVA_PADRE E HIJO


¿Qué dirían de mí?

¿Qué dirían de mí?

No es mi intención ponerme trágica, ni mucho menos dramática…pero hay una pregunta que me vengo haciendo hace bastante tiempo y hoy resuena con mayor intensidad en mi mente y corazón.

¿Se han dado cuenta que siempre que alguien fallece, se suele recordar sólo lo bueno? Me impresiona este fenómeno, pero a la vez lo entiendo. Creo que no sería muy adecuado hablar mal de alguien, sobretodo si éste ya no está presente para defenderse o justificar sus actos. En muchas ocasiones, es tanto lo bueno que hay que decir que termina siendo la pura y santa verdad lo que se recuerda del difunto.

Hace muy poco viví la experiencia de despedir a la madre de una joven de 17 años. En el velorio una mujer muy emocionada dirige unas palabras a la familia y sólo tiene elogios para quien es despedida. Resalta su servicio, su amor y dedicación en la tarea de cuidar a los enfermos, y sobretodo, el esfuerzo por mantener a su familia unida y protegida.

Mientras escuchaba a esta mujer, y hoy, cuando estaba en los funerales, mi preguntita retumbaba en mis oídos… ¿Qué dirían de mí si fuera yo la que durmiera en ese ataúd? Una y otra vez me lo preguntaba, una y otra vez.